Andresito, con Flor del Desierto
• Se trata de una obra del reconocido escultor argentino Luis Perlotti
que data de la década del 40 • Pertenecía a Julio César Sánchez Ratti •
El hecho ratifica los méritos de la actividad realizada por la entidad
presidida por Juan Sureda •
Por Esteban Abad
Hace
pocos días, en la capital de Misiones, tuvo lugar un suceso de extrema
importancia para los misioneros, en especial para los hijos nativos o
adoptivos con larga residencia en la tierra colorada.
El
periodista e historiador -afamado también como virtuoso pianista- César
Leonardo Sánchez Bonifato dirigía una carta -¡como en los viejos
tiempos!-, al presidente de la Asociación “Flor del Desierto”, Juan
Manuel Sureda.
La misiva fue
“para comunicarle que he dispuesto hacer entrega a la meritoria entidad
que conduce, de la escultura original del general Andrés Guacurarí y
Artigas, obra del destacado artista plástico Luis Perlotti”.
De
acuerdo al envío epistolar, “la escultura quedó en mi poder, por
decisión de mi padre Julio César Sánchez Ratti, fundador de la Junta de
Estudios Históricos de Misiones y director durante cuarenta años, en
forma honorífica, del Museo Histórico Regional”.
“Entiendo
-escribe Sánchez Bonifato-, que Flor del Desierto lleva a cabo una
meritoria labor tanto en el plano local, nacional y también en países
hermanos como Brasil, Paraguay y Uruguay por la reivindicación de la
figura de Andresito, defensor de nuestras fronteras por la que luchó
hasta las últimas consecuencias al frente de tropas aliadas a José
Gervasio Artigas, permitiendo que sigamos perteneciendo al territorio
argentino”.
“En consecuencia,
ratifico que la asociación -a la que me honro en ser asociado-, es la
depositaria natural de esta valiosa y única obra, que refleja el
sentimiento misionero de arraigo a la Patria, en la figura del ilustre
indio gobernador de Misiones”.
Lógico beneplácito
La
carta causó el lógico beneplácito en el seno de la Asociación Flor del
Desierto y en cada uno de sus miembros, así que en el transcurso un acto
íntimo pero emotivo, el primer día de abril de este año, mientras se
desarrollaba de la reunión mensual de la comisión directiva de Flor del
Desierto, “el periodista e historiador César Sánchez Bonifato hizo
entrega en depósito de la asociación que me honro en presidir, la
escultura de Andrés Guacurarí y Artigas, de la autoría del renombrado
escultor Luis Perlotti”, relata Juan Martín Sureda, titular de la
agrupación.
Compromiso asumido
“La
asociación -continúa Sureda- se compromete a velar por la conservación
de la escultura de Andrés Guacurarí, continuando en la tarea de darle un
destino común al que se ha establecido para los restos del propio
Andresito una vez que fueran recuperados. Esto en acuerdo con
historiadores y personalidades de toda la Región Misionera que comprende
actualmente a Misiones y Corrientes de Argentina y zonas de Brasil,
Paraguay y Uruguay”.
“En la
oportunidad agradecieron el gesto de Sánchez Bonifato el presidente de
Flor del desierto, el vicepresidente Alejandro Larguía y el tesorero
Julio Gómez, momento en que se coincidió en la trascendencia de la
decisión tomada por Sánchez Bonifato, agradeciendo los conceptos
vertidos por él elogiando la tarea llevada a cabo por la Asociación”,
señaló su titular en un comunicado.
En
el acto de entrega de la estatua de Andresito, se mencionaron
actividades realizadas por Flor del Desierto tales como “la entrega de
libros a escuelas secundarias y bibliotecas de Misiones y norte de
Corrientes, las importantes investigaciones llevadas a cabo en Río de
Janeiro, la Conmemoración del Bicentenario del Cabildo del 8 de julio de
1810 en Candelaria y la presentación de la temática de Andresito en
Buenos Aires, en el Congreso de la Nación con la donación de un cuadro
que reproduce el grabado de Lucas Braulio Areco, del Comandante General
de Misiones”.
Culmina su
manifestación Sureda señalando que “estos hitos en la trayectoria de la
Asociación Flor del Desierto fueron el detonante de la determinación de
hacer a la entidad destinataria de la mencionada escultura original de
Luis Perlotti, por parte del socio César Sánchez Bonifato.